Un nuevo mundo

Un nuevo mundo
El amanecer de una sociedad nuestra

sábado, 22 de diciembre de 2007

Comunicado Primero

Os miro a los ojos y tan solo veo nada.

Veo como cada día que pasa somos más civilizados en mundo incivilizado.

Veo como se busca la libertad arrebatándola, se consigue la paz con guerra y como la justicia se tiene que poner una venda más gruesa para no ver, lo que se hace en su nombre.

Veo como los líderes de nuestra sociedad son salvajes que se pelean por un trozo mejor de carne de mamut, debido a su corrupción moral, consiguiendo con ello, arrastrarnos en su barbarie y dividirnos.

En los ojos de cada uno de nosotros hay un caleidoscopio, con el cual vemos lo que mejor nos hace sentir y lo aceptamos. Pero un día ese caleidoscopio se caerá, te encontraras en una sala blanca, sin saber qué haces ahí y por qué. Una gran luz blanca emanará de esas paredes, no verás ni bombillas ni ningún artilugio luminoso, solo veras esa luz blanca por todas partes, aumentado de potencia hasta que tus ojos, que siempre habían tenido el caleidoscopio puesto, no acostumbrados a tal luminosidad se cieguen para siempre.

Pero nosotros los jóvenes podemos y debemos despojarnos de la manipulación de la realidad. Siempre hemos tenido un deber cívico. A lo largo del siglo XX siempre hemos salido a las calles para luchar por una sociedad mas justa, mas humana ya que somos el futuro de nuestra sociedad. Si queremos que el futuro sea igual de corrupto, un mundo en el cual estemos controlados por esos autoproclamados “sabios”. Un mundo en el cual todos tengamos miedo, sin saber por qué. Un mundo en donde las palabras libertad, paz e igualdad pierdan su significado adquiriendo significados corruptos. Si en cambio queréis, como yo quiero un mundo en donde estas palabras sean pilares fundamentales habrá que luchar para recuperar nuestro futuro. Un futuro creado por Todos y para Todos.

Tenemos esta obligación, porque si queremos que el futuro de la humanidad evolucione hacia un horizonte, del cual nos podamos sentir orgullos de haber participado, y no ser recordados como aquella generación que decidió cerrar los ojos, sucumbir al miedo y abandonar a la humanidad aun futuro incierto. Es nuestro momento. Ya que solo podemos ser nosotros. Solo nosotros nos podemos levantar